Justificación

La legítima aspiración de quienes habitamos el planeta, sobre un nuevo período en la evolución de nuestras sociedades que nos permitiera superar los conflictos destructivos o negativos y que en consecuencia la violencia en todas sus manifestaciones se convirtiera en suceso excepcional en la vida cotidiana, se ha alejado cada día más de la realidad donde estamos inmersos.

Desde el aumento incontenible de la violencia al interior de la familia con desenlaces trágicos como la pérdida de la vida, pasando por acciones que atentan contra el medio ambiente, lo que ha ocasionado el cambio climático que ya ha provocado la extinción de especies milenarias, hasta llegar a movimientos armados, guerras intestinas y entre naciones, nos encontramos en un mundo en el que es necesario que se consoliden movimientos pacíficos que contengan y reviertan la realidad antes mencionada.

En todo espacio donde ha aparecido la mediación, se han resuelto la mayoría de los conflictos pero sobre todo, se ha constatado que es un método que produce cambios en los protagonistas del conflicto y en consecuencia, previene la violencia, es decir, la experiencia ha demostrado que es una vía eficaz para producir coexistencia armónica y convivencia pacífica.

Así mismo, existe el consenso de que todas las corrientes de mediación son útiles, ya porque solo contribuyan a la solución del conflicto puntual y los intervinientes no experimenten cambio alguno en su concepción de las relaciones humanas, o bien, que desde las etapas de este procedimiento los actores de la disputa se revaloricen y se reconozcan, experimentando, un crecimiento que les permita el desarrollo moral como sucede con la mediación, o bien, encuentren que el conflicto abordado desde el nosotros, abre espacio para que comprendan sus cualidades positivas y desarrollen sus habilidades socio-cognitivas, lo que da cabida, a una percepción positiva de las relaciones humanas en donde no tienen espacio los atentados contra la dignidad intrínseca de nuestros semejantes ni la violación de sus derechos fundamentales y sí en cambio tienen total cabida el fortalecimiento de relaciones sanas y seguras como sucede en la Mediación Asociativa.

En consecuencia, es urgente la capacitación de un ejército de mediadores expertos en pacificar todos los espacios de convivencia, particularmente de aquellos donde se fragua la personalidad de cada ser humano como lo son, la familia, la escuela y el barrio.

Es necesario que las naciones diseñen políticas públicas que aproximen la práctica de la mediación a los espacios donde los conflictos destructivos nacen, ya que su desactivación es indispensable para que las instituciones responsables de la socialización de los seres humanos se preserven y sobre todo que cumplan con la misión que por disposición Constitucional, Declaraciones y Tratados Internacionales, tienen encomendadas.

Durante doce años consecutivos los Congresos Mundiales han sido el lugar donde se presentan los avances de la mediación y todos aquellos espacios donde su aplicación ha sido exitosa, lo que nos ha permitido confirmar que independientemente de las características de la personalidad de los contendientes y de la complejidad de los conflictos dependiendo de las estrategias instrumentadas, resulta factible su abordaje a través de diálogos facilitados por mediadores.

Así mismo se ha constatado que es posible pacificar espacios tan críticos como las prisiones que suelen albergar criminales peligrosos propensos a utilizar la violencia como forma ordinaria de comunicación.

Precisamente por las ventajas que tiene la mediación en el abordaje y solución de todo tipo de conflictos salvo situaciones excepcionales y por los cambios que se han producido en los tiempos que vivimos. Como método que previene conflictos y mejora la convivencia humana, es que se convoca a este XIII Congreso Mundial de Mediación.

Por último, aspiramos a que este magno evento tienda un puente entre América y otras regiones del mundo con el Continente Africano, esto, mediante el intercambio de experiencias en la práctica de la mediación y su contribución al cambio social indispensable esto último para que se produzcan condiciones objetivas para que cada ser humano se desarrolle en plenitud.