JustificaciÓn
VIII CONGRESO MUNDIAL
La sociedades contemporáneas cosechan los frutos de los avances en ciencia y tecnología, lo que ha contribuido a convertir nuestro planeta en un espacio donde todos los que lo habitamos podemos comunicarnos y, en consecuencia, movilizarnos con sentido hacia un desarrollo humano pleno.
Sin embargo, independientemente de la región geográfica, todas las culturas atraviesan en la actualidad por serias dificultades para que las relaciones interpersonales y grupales sean sanas y seguras.
Los conflictos proliferan en todos los espacios de convivencia y su abordaje destructivo se ha convertido en la respuesta cotidiana, sobre todo, al interior de las instituciones responsables del proceso de socialización, lo que se refleja en el modo de vida de las sociedades en general.
Es necesario modificar la manera de relacionarnos y cambiar nuestras actitudes ante los conflictos. No existe una sola nación en el planeta que esté generando políticas públicas destinadas a reducir drásticamente la tendencia creciente a relacionarnos destructivamente y, el más preocupante de los ejemplos, es la familia, en cuyo seno encontramos una amplia gama de expresiones de violencia que sus integrantes suelen replicar más allá de esta célula básica.
La pacificación de las instituciones socializadoras, es decir de la familia, de la escuela y de la comunidad, es una tarea urgente que reclama la sinergia entre los estados-nación y de su ciudadanía, de ahí que se deban diseñar políticas públicas destinadas a transitar de relaciones destructivas o violentas a relaciones armónicas.
Las relaciones destructivas colocan en riesgo la seguridad de la ciudadanía e inhiben el desarrollo armónico de todas las facultades de los seres humanos, de ahí la pertinencia de la democratización de la práctica de la mediación.
La mediación, además de constituir la metodología de mayor eficacia para resolver conflictos, ha evolucionado y se está convirtiendo en un movimiento de paz y de concordia social, pero para que esto acontezca es indispensable una visión a largo plazo para que a través de políticas públicas se incida eficazmente en las instituciones socializadoras.
Los principios y los valores de la mediación convertidos en práctica cotidiana abren nuevos horizontes en las relaciones humanas. Es así como la dignidad intrínseca, la autonomía de la voluntad, la sinergia, la bondad, la paz, la concordia, la serenidad, la generosidad y la prudencia convertidas en ingredientes de las citadas relaciones, fortalecen el tránsito hacia sociedades fraternales, solidarias y cooperativas.
Es en este contexto y en plena búsqueda de condiciones objetivas para que quienes habitamos esta aldea global dispongamos de condiciones para alcanzar un desarrollo humano integral, que convocamos al VIII Congreso Mundial y I Congreso Nacional Brasileño de Mediación.
I CONGRESO NACIONAL
Todos los pueblos traen en su historia registros importantes de los avances que ofrecerán al mundo, favoreciendo el desarrollo económico, social y político.
La nación brasileña, escenario de la multiplicidad de razas, se alza a diario, a la construcción de su progreso y, para ello, cuenta con la naturaleza singular de su pueblo fraternal, alegre, hospitalario y generoso.
Las realizaciones materiales avanzan, pero las grandes conquistas se encuentran en su inagotable reserva de mentes y corazones que trabajan incesantemente en pro de la paz y del concierto sublime de unión de los pueblos, que caminarán sin fronteras de raza, color, creencia o nacionalidad.
Para eso, es necesario que haya pacificación en nuestros hogares, en las escuelas, en las calles, en las comunidades; es necesario que hombres y mujeres, jóvenes y adultos, perfeccionen la convivencia y que los grupos sociales críen bases sólidas y institucionalizadas de resolución de conflictos; es necesario que la mediación se vuelva instrumento de pacificación a ser utilizado donde se inicie una divergencia, para que el agua de la paz no permita que se alimente del fuego de la guerra.
El I Congreso Nacional Brasileño de Mediación reunirá a profesionales de las diversas áreas del saber que actúan en la mediación de conflictos, evidenciará estudios, compartirá experiencias, recibirá a todo áquel que se interese por el tema, acogerá sugerencias y hará proposiciones para que la mediación sea reconocida y legalizada como herramienta de justicia y de inserción social en nuestro país y en el mundo.