CONCLUSIONES DECLARACIÓN
BOGOTÁ

JUSTIFICACIÓN

XII CONGRESO MUNDIAL DE MEDIACIÓN Y CULTURA DE PAZ
La mayoría de los ciudadanos en el mundo tenemos la legítima aspiración de convivir en sociedades pacíficas en la que los conflictos en todas sus manifestaciones puedan resolverse a través del diálogo, la deliberación y el consenso; sin embargo, la violencia, en pleno siglo XXI se ha generalizado desde la familia, espacio vital en la construcción de una cultura de paz, hasta en los escenarios regionales que involucran a grupos humanos dentro de una nación o entre países, colocándonos en riesgo de una conflagración mundial.

Aun cuando los seres humanos intrínsecamente somos bondadosos, nuestro comportamiento se ha derivado en acciones contrarias a la sana convivencia, empezando por el seno de las instituciones socializadoras, como la familia, la escuela, el barrio, el trabajo y la calle, los cuales se convierten en agentes de mala educación que estimulan perfiles de personalidad con distintos niveles de inclinación a la consumación de conductas violentas.

La reproducción de patrones de conducta que nos dañan, así como sucede con las relaciones interpersonales y grupales tóxicas que terminan por enfrentarnos a unos con otros y el desmedido individualismo, produce condiciones para traicionar los principios y valores de mayor relevancia en nuestra especie.

En consecuencia, es tarea urgente la construcción de un puente que nos permita transitar de una cultura de la violencia a una cultura de la paz a sabiendas de que no es tarea fácil. De ahí, la necesidad de dar plena vigencia a alternativas que no solo nos permitan solucionar los conflictos sino que además contribuyan al fortalecimiento de las relaciones con nuestros semejantes y a la predisposición de relacionarnos asertiva, empática y compasivamente.

En este contexto, la mediación y la conciliación con enfoques transformativo y asociativo, así como el empoderamiento popular sobre nuevas formas de relacionarnos, implica que todos aprendamos a dialogar asociativamente y constituyan una estrategia eficaz para producir cambios en la cultura que se traduzcan en sociedades en las que sus habitantes aprendan a convivir en paz abordando con pensamiento positivo todos los retos que se presenten.

En tiempos en los que el país anfitrión vive un proceso complejo de construcción de la paz, en los que la reconciliación nacional es indispensable, resulta sin duda pertinente la convocatoria al XII Congreso Mundial de Mediación y Cultura de Paz en el que se pretende proponer estrategias eficaces para gestionar soluciones a la inmensa gama de conflictos ocasionados por los movimientos armados y en proceso de desarme, pero también, a los conflictos cotidianos que permean la sociedad en sus distintos escenarios, los cuales han existido y han escalado a lo largo de los años y no contribuyen a la construcción de una sana convivencia para la sociedad.

En consecuencia este congreso contempla un reto de grandes dimensiones ante la conflictividad de la nación sede y aquellos conflictos sociales diseminados en todas las latitudes en nuestro planeta.

Por último y con el compromiso de contribuir al surgimiento y desarrollo de sociedades sanas y seguras, se ha definido incorporar a este magno evento una amplia agenda temática cuyo signo distintivo es la construcción de una cultura de paz.


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